Hoy es un buen día...: 08.2009

Parece increíble lo complicado que se ha vuelto tramitar cualquier documento para un ciudadano común en nuestro país. Ayer teníamos la cita para tramitar el pasaporte de Santi, ya habíamos pasado por la lucha que significa obtener la cita y con la bendición de que esa cita fuese en Caracas, y no en cualquier otra parte del país, como hemos tenido conocimiento de que ocurre (léase que vives en Caracas, pero te puede salir la cita en San Juan de los Morros, Ocumare del Tuy, etc.). Pues la nuestra era en la oficina de la Onidex de Los Ruices.

La gente comienza a hacer cola desde las 4 de la mañana, dependiendo del trámite que vaya a efectuar, nosotros llegamos a las 6:45 am (incluído todo el cargamento de cochecito, pañalera, documentos y por supuesto, el gordito que afortunadamente se quedó dormido mientras hacíamos la cola en las afueras de la oficina). Nos habían dicho que la oficina abría a las 8 am, pero los empleados comenzaron a llegar a eso de las 8 y 30 am, con el desayuno en la mano y muchos sin un uniforme que los identifique. Bien, a eso de las 8:45 am abrieron las puertas y comenzaron a llamar por filas, porque se hace una fila para cada trámite, a nosotros nos correspondía la fila de pasaportes para menores de 9 años.

La verdad es que todo se iba desarrollando normalmente, y cerca de las 10 am ya estábamos dentro, sentaditos y con aire acondicionado funcionando (que suerte! porque el calor de estos días ha sido anormal). Las filas iban avanzando hasta que de pronto, Dios, se levanta uno de los funcionarios y dice en voz alta, que han tenido un problema con el sistema y que nuestra única opción es esperar una hora y media, para saber si regresaba el sistema o no, con el riesgo de que si el sistema no se recuperaba y tú habías esperado, te pospusieran la cita para un fin de semana; o en el peor de los casos, de que si el sistema se recuperaba y tú te habías ido, perdieras la cita que es tan dificil de obtener, conclusión: decidimos quedarnos.

En ese tiempo, mucha gente salió a desayunar, otros querían ir al baño, y allí el segundo contratiempo, NO HAY BAÑOS, siiii, aunque Ud. no lo crea, no hay baños que funcionen para el público en esas oficinas llenas de niñitos y de personas mayores (muchas de ellas incapacitadas). La explicación? Las palabras del funcionario me dieron ganas de llorar: "Antes había unos baños, pero se taparon las cañerias y los clausuraron. El único baño es el del jefe, pero él no ha llegado y está cerrado. Si quieren se van al centro médico que queda aqui cerca, y allí si hay baños". Será posible, que ni siquiera de un baño se puede disponer en estas oficinas donde tienes que estar horas y horas esperando? Pues si, claro que es posible.

Mientras esperábamos saber si el sistema volvía, el gordito se despertó, R. le preparó un tetero y se lo dio, y volvió a dormir en su coche (la verdad es que se portó como un angel). Y a eso de las 11:30 am, el sistema regresó (hasta un rosario rezó una abuelita), y proseguimos con relativa normalidad, nos tocó ver a dos mamás desesperadas con los niños con fiebres altísimas, uno era un bebé como de 8 meses, y otra una niña como de 9 añitos (la familia vive toda en Margarita, pero la cita le salió en Caracas, no se entiende!), y también un niño con parálisis cerebral. Sin ayuda, porque el funcionario de la puerta los mandaba a colocarse en el primer lugar de la fila, pero era incapaz de acompañarlos para que el resto de la gente entendiera que eran casos especiales, por supuesto que igual la gente lo entendía, pero quiero decir, el trato hacia el público deja mucho que desear.

A la 1 pm salimos de la oficina con Santi despierto, muy contento, gracias a Dios, y nosotros también porque habíamos superado la odisea, pero con un dejo de tristeza de ver al resto de la gente en la cola de afuera bajo el sol inclemente, y pensar en las cosas que debemos vivir todos los días los ciudadanos de este, mi país. En 15 días hábiles debemos volver para retirar el pasaporte, y por supuesto volver a madrugar y volver a hacer la cola, rogando que el sistema funcione.

La foto es de ayer (después de la cita)

Adicional, bueno, había pensado en otro post para esto, pero mis horas libres no abundan, jajaja, así que les cuento que el fin de semana pasado estuvimos de cumpleaños, el día 15 mi sobrinita menor - 2 añitos de dulzura y travesuras - y el día 16, yo, un año más viejita pero con mi regalo del cielo al lado y una sonrisa que no se me quita (porque me la he ganado, eh!).

R. me regaló estas bellas palabras, de inspiración matutina: